La OTAN se manifestó hoy cautelosamente optimista sobre la posibilidad de acoger a Suecia, dos días después de que el presidente Recep Tayyip Erdogan fuera reelecto en Turquía, que objeta el ingreso del país nórdico a la alianza atlántica, informó la prensa internacional.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidió a Erdogan que abandone sus objeciones al ingreso de Suecia a la OTAN, e instó a que se avance en la ratificación antes de la próxima cumbre de la alianza en julio próximo.
Suecia y Finlandia revirtieron el año pasado décadas indecisión y solicitaron formalmente su ingreso en la OTAN después de que Rusia invadiera Ucrania, que había intentado sin éxito entrar en esa alianza cuyos fin es la protección mutua entre sus miembros.
Pero las decisiones deben ser unánimes y Turquía usó su influencia para presionar sobre la presencia de militantes kurdos, permitiendo a Finlandia entrar en la OTAN en abril, pero bloqueando a Suecia.
La adhesión de Suecia a la OTAN es «absolutamente posible» de aquí a la cumbre de julio en Lituania, afirmó el martes el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, opuesto a la candidatura sueca.
«No hay garantías, pero es absolutamente posible alcanzar una solución que propicie la decisión sobre una adhesión plena» antes de la cumbre, dijo Stoltenberg en Oslo, informó la agencia AFP.
En tanto, Blinken, de visita en Estocolmo de camino a Oslo, declaró que Suecia atendió las preocupaciones turcas.
«Ha llegado el momento de cerrar la adhesión de Suecia», dijo Blinken en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson.
«Instamos tanto a Turquía como a Hungría -que tampoco lo ha ratificado aún- a que ratifiquen la adhesión lo antes posible», declaró Blinken. «No hay razón para más tiempo. Suecia ya está preparada», añadió.
Erdogan, líder turco desde hace dos décadas, ganó el domingo otro mandato de cinco años tras una campaña en la que prometió plantar cara a Occidente.
El mandatario acusó a Suecia, con sus generosas políticas de asilo, de refugiar «terroristas», especialmente miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ilegalizado por Ankara.
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